viernes, diciembre 01, 2006

Mr Cocker


Estas son palabras de un gran vocal (Quizás no tiene la super voice, pero si un tono muy peculiar, ademas sus canciones son demasiado buenas, con ese toque brit y en cierto modo retro, pero sin dejar de ser muy muy muy muuuuuuy bueeno), despues de very time en la music.

En toda familia hay padres con obsesiones extrañas que con la misma facilidad pueden destruirnos la vida o rescatarnos de nuestros pensamientos más siniestros. Mi mamá, por ejemplo, ponía todo el tiempo el soundtrack de 2001: A Space Odyssey, lo usaba especialmente para animar las reuniones con las vendedoras de Tupperware. Nunca me enteré si sus amigas compartían su fascinación por Strauss y todos esos compositores de música clásica. Supongo que la pasaban bien. Para responder a mi madre, yo le ponía siempre siempre a los Beatles. De la misma forma enloquecida en que ella escuchaba ese soundtrack. Por supuesto, le encantaban también. ¿Qué escuchaba mi papá? Nada. Bueno, mi papá se fue cuando yo tenía siete años, así que no tuve que padecer sus obsesiones o extravagancias. Sólo recuerdo haber disfrutado mucho los discos de blues que dejó en la casa. Es un poco triste admitirlo, pero cuando lo volví a ver, veinte años después, no me conmovió en lo absoluto. No podría decir que su ausencia haya perturbado mi vida realmente. Mi vida transcurrió entre ciertos intentos por llevar una vida bohemia, como la de mi madre. Bueno, tan bohemio como se puede ser en un lugar como Sheffield, donde crecí. En este punto debo hacer una aclaración, pues a todo el mundo le da por imaginar cualquier lugar en Inglaterra como una gran ciudad y, aunque algunas tienen su encanto, también pueden ser lugares de una monotonía aplastante. Por fortuna, estuve en el lugar y el momento adecuados: a finales de los setenta en Inglaterra la forma de ser bohemio se radicalizó y surgió el punk. Lo que socialmente significaba el punk fue lo que me movió a querer hacer algo por mi cuenta, hasta formar una banda en 1979, aunque tengo muy claro el momento definitivo en el cual tuve el valor de decirle a mi madre que no iría a la universidad porque dedicaría mi vida entera a la música: fue la tarde después de haber grabado una sesión para John Peel. No sé qué tan importante sea hablar de eso después de tantos años, en especial cuando el mundo entero ha
bailado y llorado con canciones de Pulp y cuando la verdadera expectativa se encuentra en torno a cuándo decidiremos terminar este largo periodo de hibernación en el que nos encontramos. Sólo puedo decir que realmente lo necesitábamos. En mi caso, aún sigo preguntándome cómo pude grabar el álbum This is Hardcore cuando sé muy bien que no quisiera volver a atravesar por el estado mental en el que me encontraba entonces. Tenía tantos problemas con el alcohol, las drogas y mi desilusión ante todo estuvo a punto de dejarme devastado. Pero todo eso ha quedado atrás. Mi temor por formar una familia y tener hijos se desvaneció cierto día y hoy, de alguna forma, soy feliz. La razón por la que después de muchos años he vuelto a grabar un disco es porque no sé hacer nada más, de verdad. Compuse canciones para otros y el resultado no me gustó del todo, así es que decidí volver a cantar incluso Baby’s Coming Back to Me, la cual había sido interpretada por Nancy Sinatra. Aunque he estado involucrado en otros proyectos (¡fui incluso editor invitado de la revista gratuita Observer Music Montly !) a los que he puesto la misma pasión, tarde o temprano mi creatividad y mis ideas vuelven a tomar un cauce melódico. Así ha sido desde que tengo quince años. No tendría por qué ser diferente a mis 43 años. El álbum se llama Jarvis porque es un proyecto muy personal, a pesar de la obvia conexión que cualquiera podría hacer con Pulp. Mi intención principal era que las canciones no tuvieran un vínculo directo con lo que he hecho anteriormente, pero a la vez son composiciones que muestran mi esencia. Tener a Richard Hawley en la guitarra y a Steve Mackey en el bajo fue la mejor compañía, pues son personas a quienes he apreciado y admirado a lo largo de mi vida. Y nada, en cuanto a la idea general de las composiciones sólo puedo decir que mi visión del mundo será siempre la más pesimista y eso está ahí, en Jarvis. Escúchalo. Te encantará… O no.

Info extraida (es la primera vez, lo juro) del blog de Toque de Queda, de María-José.
http://www.toquedequeda.net/mj/

1 comentario:

ZARTRES dijo...

INTERESANTE LO DE LAS EXTRAVAGANCIAS DE LOS PADRES.
EL MIO ME DESPERTABA TODOS LOS DOMINGO CON LOS TIGRES DEL NORTE A TODO VOLUMEN O CON LOS CAMINANTES . JAJAJAJA BUENO CADA PAPÁ ES DIFERENTE.