Durante un periodo de 24 horas en Copenhague, el escritor August trabaja en su novela, mientras su esposa Aimee tiene una aventura de una noche con un fotógrafo de nombre Alex. A la mañana siguiente, Alex parece haber perdido todo contacto con lo que le rodea, por lo que sus amigos, su familia y su novia Simone lo tratan como a un extraño.
Comentarios de Christoffer Boe (Dirección) : El filme es seducción. Una habitación se llena de repente con el amor que dos personas sienten el uno por el otro. Aunque son simplemente actores representando un papel, creemos que se aman en este momento, y sentimos dolor si ellos no pueden estar juntos. Vemos a través de los efectos artísticos y nos dejamos seducir al mismo tiempo. El filme es como el mago que revela sus trucos, pero que hace un nuevo truco en el mismo movimiento y nos dejamos engañar por él.
Entrevista con Christoffer Boe (Dirección) :
La realidad de los sentimientos
Un hombre entra a un café. Ve a una mujer en el bar. Él se le acerca y le pregunta si quiere ir a Roma con él. Ella se ríe. Así es como empieza Reconstrucción. Boy meets girl. La típica vieja historia ¿o no? Después de su encuentro con la hermosa Aimee, la historia toma un giro kafkiano. El sentido del tiempo y del lugar de Alex literalmente se desintegra. La puerta de su departamento desaparece, la mujer que vive en el piso de abajo clama nunca haberlo visto antes, y su novia Simone y su mejor amigo se rehusan a reconocerlo. Es un extraño en su propia ciudad, Copenhague.
El debut fílmico de Christoffer Boe gira en torno al encantamiento de enamorarse y a la angustia de la condena, y no es nada parecido a lo anteriormente visto en el cine danés, estética incluida. Christoffer Boe parte de una percepción cronológica del tiempo –las escenas se repiten o varían, causando una temporal y abrumadora confusión– y, con virtuosismo, el director une la cámara en mano, majestuosos close ups, zooming, paneos, velocidad acelerada, fotos aéreas de Copenhague y la hipnótica imagen de un hombre cayendo, reminiscente de las viejas películas de zoótropo.
"Los grandiosos filmes cargados de simbolismo de Tarkovski y Bertolucci en los setentas tuvieron su momento", dice Christoffer Boe. "Aún así, el cine nunca debe de perder sus ambiciones artísticas, y estoy fascinado con el sentido de una consciencia subyacente –un concepto– detrás de cada escena. Hemos tratado de crear un filme estilizado, naturalista, anticuado y moderno –todo al mismo tiempo. Usamos muchas técnicas nuevas, pero hemos mantenido una sensación de algo extremadamente antiguo.
Reconstrucción tiene lugar dentro de un curso de 24 horas y es descrita más apropiadamente como un intenso drama romántico sobre el eterno triángulo amoroso aderezado con un grotesco sentido del humor. Los papeles principales son interpretados por dos jóvenes talentos escandinavos de la actuación, Nikolaj Lie Kaas y Marie Bonnevie, con quienes la cámara de Christoffer Boe está claramente embelesada. El drama está enmarcado por una secuencia poética en la cual un hombre hace que un cigarro flote entre sus manos.
"El filme es seducción. Una habitación se llena de repente con el amor que dos personas sienten el uno por el otro. Aunque son simplemente actores representando un papel, creemos que se aman en este momento, y sentimos dolor si ellos no pueden estar juntos. Vemos a través de los efectos artísticos y nos dejamos seducir al mismo tiempo. El filme es como el mago que revela sus trucos, pero que hace un nuevo truco en el mismo movimiento y nos dejamos engañar por él".
El director de 29 años fue seducido por el cine a temprana edad. Siempre que se encontraba enfermo, su padre recurría a los videos y le mostraba la obra de directores importantes, como Fritz Lang, Orson Welles, Howard Hawks y Jean-Luc Godard, y cuando Christoffer Boe asistió a la universidad en los Estados Unidos, pasó virtualmente todo su tiempo viendo y leyendo sobre cine. Continuó sus estudios de cine en la Universidad de Copenhague, y en 1997, fue admitido en la Escuela de Cine de Dinamarca donde se hizo de un nombre gracias a la trilogía de cortometrajes Obsession, Virginity y Anxiety.
Como Reconstrucción, la trilogía versa sobre un joven obsesionado con una mujer muy hermosa. Sin embargo, la guía principal no es el argumento, sino el ritmo y las emociones del personaje principal. Utilizando un estilo narrativo altamente subjetivo, Christoffer Boe crea momentos mágicos en un minuto y al siguiente transforma la realidad en un cuarto de espejos saturado de celos y fracasos.
Reconstrucción fue realizada por el mismo equipo –fotógrafo, editor, técnico de sonido y productor—que estuvo detrás de los trabajos escolares de Christoffer Boe. Esto enfatiza el acercamiento personal, y el filme debut de Boe exuda su amor por el cine, así como una consciencia de la tradición de autor de la cual él es una extensión.
"Amo ver películas, y yo estaba profundamente fascinado en mi juventud siempre que veía filmes realizados por los grandes maestros. Sentía que esas personas me hablaban acerca de sus emociones en un lenguaje adulto. La energía efervescente de los filmes de la Nueva Ola dejaron una impresión indeleble. Jean-Luc Godard quebrantó el lenguaje cinematográfico y creó películas en los sesentas que parecen frescas como una margarita al día de hoy", dice el fumador empedernido Christoffer Boe, quien con sus tenis rojos y sus pants azules parece más un director de cine amateur, que un director experimentado.
"Tú no te ves muy talentoso" fue lo que supuestamente Lars von Trier dijo la primera vez que se conocieron. No obstante, Christoffer Boe es considerado ahora el director danés más original desde el mismo Trier. Boe piensa en imágenes más que en argumentos y dramaturgia, y busca describir sentimientos que trasciendan la lógica. Sobre todo, es capaz de convertir su enorme conocimiento fílmico en una expresión personal. Sus modelos incluyen a Leos Carax, el poeta fílmico francés, pero Christoffer Boe también se inspira con otras formas de arte. Él describe entusiastamente al fotógrafo francés Jacques-Henri Lartique (1894-1986), quien capturó la belleza de la vida de clase alta en una era perdida. Y Boe ha sido particularmente cautivado por la novela de Kazuo Ishiguro The Unconsoled (1995), que describe a un hombre atrapado en una pesadilla surreal urbana.
"Su mundo interior es enteramente único –está obsesionado con retratos y pequeños gestos– y su cínica relación con los sentimientos es excesivamente vital y auténtica", es como Morgens Rukov, conferencista de la Escuela de Cine y coescritor de Reconstrucción, describe a su exalumno. A esto, Christoffer Boe responde: "Para realizar filmes cargados emocionalmente, es de ayuda si observas a los sentimientos con un ojo frío, de disección. Las emociones tienen una gramática propia, y demandan que tengas algo a qué asirse para presentar esta gramática. De otro modo, serían sólo un refrito de Danielle Steel quien está desprovista de cualquier entendimiento de los sentimientos, desprovista de cualquier intento de sistematizarlos, estarían sólo estampados en la pantalla.
"Quiero tomar todo lo que usualmente se presenta como una cláusula subordinada y transformarla en la cláusula principal. Como en la escena en que un hombre entra a un bar y ve a una mujer. Quiero repetir este movimiento, porque contiene una descripción psicológica de él, de ella, de nosotros", dice Boe, quien idealmente quisiera realizar un filme en el cual una sola escena se repitiera con pequeños cambios y alteraciones.
"Rasgando este pequeño objeto –un gesto, quizás– evocas nuevas facetas y profundidades, y de repente descubres que ya no es sólo un pequeño objeto, sino una perspectiva de algo mucho más grandioso. Esto es lo que la repetición trata de hacer: proveer de una repentina perspectiva de las cosas, porque el espectador ya está familiarizado con parte de la secuencia. Sabiendo qué está pasando, el espectador puede notar cosas que fueron pasadas por alto la primera vez. Y alterando sutilmente lo que sucede comparándolo con la primera vez, tienes una perspectiva de cuán diferentes pueden ser las cosas, aún cuando parecen casi idénticas", dice Christoffer Boe, quien espera que Reconstrucción evoque un sentimiento de un largo déjà-vu.
Mientras que Christoffer Boe hace trucos con el tiempo –y su filme nos hace estar inseguros entre si una escena tiene lugar "ahora" o "ayer" o en la "realidad" o la imaginación del personaje principal– la geografía es muy específica. El filme fue rodado en locación en el centro de Copenhague, y las fotos aéreas apuntan regularmente nuestra locación exacta.
"Fue importante para mí que Copenhague de hecho fuera percibida como un espacio en el que la gente pasa el tiempo, se conoce y vive. En las viejas películas francesas, la gente camina calle abajo tan natural como les place, mientras que un breve paneo ofrece un vislumbro de la calle. De repente obtienes un sentido extremo de cómo era la vida entonces –cómo se vestía la gente, cómo se veía el paisaje urbano y así sucesivamente. Si miras las películas danesas, raramente tienes una idea de cómo vive la gente, porque los filmes son usualmente ubicados en cuartos pequeños –estudios y oficinas– que son hechos anónimamente o supuestamente para expresar ambientes como una "agencia de clasificados", una "oficina agradable" y así por el estilo. El espacio se convierte en escenario porque es una característica co-narrativa que describe al personaje –él vive hundido en la melancolía, con una luz amarilla brillando a través de la ventana, un grifo goteando y una rata corriendo en el fondo", dice Christoffer Boe quien continúa: "Pero los espacios son indiferentes a cómo nos sentimos en ellos. Un espacio es sólo un lugar donde la gente interactúa. Por eso, mis espacios no tienen ‘significado’ y para balancear la manipulación del tiempo, he hecho la geografía tan específica y genuina como ha sido posible. Filmamos en locación y todas las rutas que la gente toma en la ciudad son naturales. La geografía establecida y la manipulación del tiempo proveerán esperanzadoramente el justo balance entre lo que es natural y lo que es estilizado".
Claus Christensen
Danish Film Institute
www.dfi.dk
Filmografía de Christoffer Boe (Dirección) :
- 1999 OBSESSION (cortometraje)
- 2000 VIRGINITY (cortometraje)
- 2001 ANXIETY (mediometraje)
- 2001 KISSMEYER BASIC (serie de televisión)
- 2003 RECONSTRUCTION / RECONSTRUCCIÓN
